URGENTE | NO HAY ACUERDO EN LA PESCA Y SE MANTIENE EL CONFLICTO

by | Publicado el 22 de julio del 2025 | Ahora, Chubut, Destacados, Gremiales, Pesca

La reunión convocada por el gobierno nacional en Buenos Aires no logró destrabar el conflicto entre las cámaras pesqueras y los gremios. Las empresas presentaron dos ofertas superadoras, pero el rechazo del SOMU mantiene paralizada la temporada de langostino, afectando a miles de trabajadores.

La reunión convocada este martes a las 11 de la mañana en la Secretaría de Trabajo de la Nación, encabezada por el secretario Julio Cordero, finalizó sin avances en el conflicto que mantiene paralizada la temporada de pesca de langostino. Representantes de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA) y el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) presentaron dos propuestas salariales superadoras, pero la negativa del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y su secretario general, Raúl Durdos, frustró las expectativas de miles de trabajadores que buscan volver al mar.

Propuestas empresariales y rechazo gremial

Durante el encuentro, las cámaras pesqueras plantearon dos ofertas destinadas a actualizar el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), ajustando el ítem por producción que está atado a un valor internacional del langostino (12 dólares por kilo en 2005) que hoy se sitúa en 5,50 dólares, generando pérdidas por kilo. Las propuestas buscaban garantizar ingresos superiores a los de la temporada pasada para los marineros, manteniendo la viabilidad económica del sector, que genera exportaciones por 2.000 millones de dólares anuales y emplea a más de 46.000 personas directamente.

Sin embargo, el SOMU, liderado por Raúl Durdos, rechazó de plano las ofertas. Esta postura intransigente profundizó la crisis que ya ha causado pérdidas de más de 200 millones de dólares en exportaciones y afecta los ingresos de unas 5.000 familias de marineros, maquinistas y capitanes.

Tensión en los puertos y críticas al SOMU

El conflicto ha escalado en las últimas semanas, con denuncias de amenazas y violencia contra trabajadores que desean embarcarse. En Puerto Madryn, marineros dispuestos a aceptar contratos individuales fueron brutalmente amenazados, lo que llevó a CAPIP, CAPECA y CEPA a suspender las zarpadas programadas hasta que se garantice la seguridad.

Desde el sector empresarial ytambién de los trabajadores, se acusa al SOMU de ignorar el mandato de los marineros, quienes están dispuestos a zarpar bajo las nuevas condiciones propuestas. “Los números están sobre la mesa, las empresas están dispuestas, pero el capricho de Durdos pone en riesgo toda la industria”, afirmó un empresario dentro de la CAPIP. Las críticas también apuntan a la ausencia de Durdos en Chubut, donde el impacto económico es más severo, y a delegados locales del SOMU, acusados de priorizar intereses personales sobre los de los afiliados.

Un sector al borde del colapso

La paralización de la flota congeladora tangonera, que lleva más de cuatro meses sin operar, afecta principalmente a puertos como Puerto Madryn, Puerto Deseado y Mar del Plata. La temporada de langostino, oficialmente habilitada, no ha comenzado, y la falta de acuerdo amenaza con agravar la crisis económica en las provincias del litoral marítimo.

El gobierno nacional, a través de Julio Cordero, instó a las partes a mantener el diálogo y evitar la escalada de tensiones. Mientras tanto, los trabajadores exigen soluciones urgentes. “Queremos salir a pescar ya. No podemos seguir esperando mientras los gremialistas deciden desde Buenos Aires”, expresó un marinero de Puerto Madryn, que agregó ¨El SOMU está esperando que el Marinero se muera de hambre¨reflejando el sentimiento de muchos en la región.

¿Hasta cuándo?

El conflicto pesquero pone en jaque a una industria clave para la economía argentina. La pregunta que resuena en Chubut y otros puertos es: ¿hasta cuándo los marineros aguantarán un gremio que no los escucha? Con la temporada de langostino en riesgo y miles de familias sin ingresos, la presión crece para que el SOMU llegue a un acuerdo que permita reactivar la actividad. Mientras tanto, el tiempo apremia y la paciencia de los trabajadores se agota.

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