A dos días de abierto el nuevo llamado para la prospección de langostino en aguas nacionales, no hay buques registrados. La primera convocatoria, con solo dos barcos, fracasó, evidenciando la crisis que atraviesa el sector pesquero.
El Consejo Federal Pesquero (CFP) abrió el pasado 2 de junio un segundo llamado para la prospección de langostino en aguas nacionales, tras el fracaso de la primera convocatoria que cerró con apenas dos embarcaciones inscriptas. A dos días del nuevo intento, la situación no ha cambiado: no hay buques registrados, y el inicio de la temporada de pesca permanece en suspenso, profundizando la crisis en el sector.
Un segundo intento sin respuesta
El CFP decidió flexibilizar las condiciones para reactivar la prospección, eliminando la fecha límite para la inscripción de buques y estableciendo que cada una de las cuatro subáreas previstas (4, 5, 13 y 14) se habilitará de forma progresiva cuando se reúnan al menos cuatro embarcaciones por zona, según lo recomendado por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP).
a primera convocatoria, que debía comenzar el 28 de mayo, quedó desierta porque solo se inscribieron dos buques: el fresquero Niño Jesús de Praga y el congelador Mar Sur. El INIDEP determinó que con tan pocas embarcaciones, concentradas en una sola subárea, los resultados serían poco representativos, lo que llevó a la suspensión del relevamiento.
Un sector en crisis
La falta de interés de las armadoras refleja un conflicto más profundo. Las empresas pesqueras, lideradas por cámaras como CAPECA, CAPIP y CEPA, sostienen que los costos laborales, en particular el salario proporcional por producción, hacen inviable la operatoria. Han propuesto una reducción del 30% en este ítem, una medida rechazada por los gremios que considera la propuesta un nuevo convenio a la baja.
La suspensión de la prospección no solo retrasa el inicio de la temporada, sino que también compromete el monitoreo científico del recurso, afectando la evaluación de la biomasa de langostino y generando incertidumbre en puertos clave como Mar del Plata, Puerto Madryn y Rawson. Miles de trabajadores, desde marineros hasta estibadores, enfrentan una parálisis que agrava la situación económica en las regiones dependientes de la pesca.
¿Qué sigue?
El CFP mantiene abierta la inscripción de buques sin plazo definido, a la espera de que se alcance el mínimo de cuatro embarcaciones por subárea para dar inicio a la prospección. Mientras tanto, el INIDEP evalúa la viabilidad técnica de esta modalidad progresiva. La propuesta busca destrabar la situación, pero la falta de consenso entre empresas y gremios, sumada a las dificultades económicas, mantiene al sector en un punto muerto.
La pesca del langostino, un emblema de la industria pesquera argentina, sigue sin rumbo claro, mientras crece la preocupación por el impacto en la economía regional y la sostenibilidad del recurso.